Como Empezo Su Libro

Fue  difícil escribirlo. La Cruz Roja Internacional , me regalo, cuando me encontraba en prisión, una agenda y en ella escribía por medio de símbolo , no solo porque escribía con la zurda, dado que no podía escribir con la derecha por el balazo,  sino sobre todo para que no lo leyera el enemigo: los cuerpos  de seguridad y de inteligencia. Escribía lo mas relevante., cuando  pretendí sacar la agenda  de la cárcel  intentaron quitármela; para prevenirme decidí quemarla, pero logre  escamotear los jeroglíficos que había  hechos durante mi  cautiverio.

Después que salí de la cárcel algunos compañeros  y compañeras de lucha me empezaron a decir: "escribí nidia, escribí". los periodistas me preguntaban siempre lo mismo y yo repetía la vivencia una y mil veces ,   entonces grabe mas de catorce cassetts y hable con un poeta medico,  compañero , Eliseo Orellana, conocido como Simon, para que me ayudara en la redacción. El me ayudo a esa redacción que al final no reflejaba exactamente lo que yo quería transmitir, pues era más que todo un enfoque político, que como el mismo dijo era como el lenguaje de una política, como el de una comandante. Por lo que  me desanime y me olvide del libro por un tiempo. Me acababan de operar,  del brazo derecho  y tobillo izquierdo, por una  bala que me la quebró, era octubre de 1986,  reitere la decisión de no  hacer el libro.

En ese tiempo, existía la posibilidad que me lo publicara Casa de las Ameritas, de esto habíamos conversado con el cubano Manuel Piñeiro- fallecido posteriormente- , pero  no terminaba de convencerme de terminarlo y presentarlo. Solo tuve certeza de concluirlo presentarlo cuando me encontré a los sacerdotes jesuitas de la Universidad  Centroamericana "José  Simeón  Cañas", Ignacio Ellacuria y Martín Barró y les conté que tenia un trabajo inconcluso ,  recuerdo que ambos -ahora mártires de esta lucha- me motivaron y dijeron :"publiquémoslo en El Salvador"- en esa época el escritor periodista argentino cubano  Jorge Timossi, me dijo que lo escribiera yo misma, con  mis propias palabras, pues el testimonio era eso : "el arte de narrar con sus propias palabras una experiencia" y que el me revisaría la redacción de los capítulos.

Empecé a ordenar el material en bruto  y una amiga y compañera venezolana, Lídice  Navas, que ya me había ayudado a transcribir los 14  cassett, me ayudo a pasar la versión final. También me ayudaron  los esposos cubanos  Yolanda y su esposo Jorge, un pintor que me apoyo y dio  animo para reconstruir los dibujos que  había hecho en la cárcel.

Revisaba el material pero me cansaba, estaba en fisioterapia intensa de mí tobillo, quería regresar pronto a la zona de combate en   El Salvador. Vivía un momento crítico, pues desde 1980 tenia el tobillo derecho afectado y ahora con el tobillo baleado me iba a costar mantener el equilibrio. La Comandancia dijo que mejor me quedara en el campo internacional, eso me dolía, me costo asimilar esa decisión y la nueva etapa que se abría ante mis ojos .  

Por ratos  tiraba la maquina, estaba casi en un retiro espiritual en un lugar muy lindo de cuba, Topes  de Collantes,  poco a poco fui terminando la obra. Me  pidieron que concursara  en el premio literario de  "La Casa de las Américas" para ver si mi libro salía premiado, pero decidí no hacerlo y Lo entregue a la  UCA y el consejo editorial me pidió que lo desarrollara más, que le diera un perfil mas humano, el perfil que no pudo darle el amigo poeta revolucionario.

Algunos de los escritores que me lo criticaron me decían que yo no era buena para la pluma que para otras cosas si pero para escribir no ; lógicamente esa realidad me desanimaba. Un día motivada por quien  sabe que  espíritus, le hice un par de correcciones y lo entregue de nuevo a la UCA. Por fin, después de un largo calvario, el libro salió editado en marzo de 1988. recuerdo que estaba en Nicaragua , cuando entro al salón en donde yo estaba, el padre Ignacio Ella curia, con un gran paquete, y al abrirlo estaba mi rostro impreso en las portadas .

Fue un gran impacto  para mí, por  que habíamos convenido que saldría la carátula de un paisaje de esas de  los cerros de El Salvador, pero el me dijo: "Nidia, este rostro da serenidad y esperanza", y así empezó  a venderse el libro.

Ahora,  21 años  después de su primera publicación, tiene  diferentes ediciones y reediciones: en la UCA de El Salvador  lleva 19 , en español también  se ha publicado en México, Argentina, Uruguay, Chile , Ecuador y Cuba; en ingles se ha editado 2 veces y distribuido en  EEUUU, Inglaterra, Zimbabwe, Australia, Nueva Zelanda y se ha editado en Japonés.